En un contexto empresarial cada vez más orientado hacia la sostenibilidad, las políticas ESG (Environmental, Social and Governance) se han convertido en una prioridad para inversionistas, consumidores y reguladores.
Dentro de estas estrategias, la adopción de tecnología reacondicionada no solo es una decisión ambientalmente responsable, sino también una oportunidad de optimización de costos y gestión de residuos electrónicos.
En ese sentido, la industria tecnológica es una de las principales generadoras de e-waste en el mundo.
Durante 2023, se produjeron más de 50 millones de toneladas de residuos electrónicos a nivel global, de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Y, tan solo en México, se producen 1.1 toneladas de residuos electrónicos cada año de acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Adoptar equipos reacondicionados ayuda a reducir significativamente este impacto, al extender el ciclo de vida útil de dispositivos que aún pueden operar con alto desempeño.
Además del beneficio ambiental, muchas empresas están integrando esta práctica dentro de sus compromisos de gobernanza responsable y responsabilidad social. Usar tecnología reacondicionada puede apoyar iniciativas de inclusión digital, al permitir donar o redistribuir dispositivos funcionales en sectores donde el acceso a la tecnología es limitado.
Reducto representa a un aliado para las empresas que buscan cumplir sus metas ESG sin comprometer su operación. Con equipos reacondicionados de alta calidad y servicios de soporte, ofrece una alternativa confiable, sostenible y rentable.