Cada vez que un smartphone reacondicionado cambia de manos, el planeta respira un poco más tranquilo. En Reducto, medimos ese impacto con datos reales, no con discursos.
Reacondicionar un equipo no solo evita fabricar uno nuevo: reduce emisiones de CO2, ahorra agua virtual y disminuye desechos electrónicos.
En promedio, cada smartphone reacondicionado evita 93 kg de CO2, el equivalente a mantener apagado un refrigerador durante cuatro meses.
Nuestros procesos han logrado, solo en el último año, evitar más de 140 toneladas de CO2, 25 millones de litros de agua y 1.8 toneladas de residuos electrónicos. Cada dispositivo recuperado representa un avance hacia una tecnología más consciente y circular.
Todo esto es posible gracias a nuestros socios certificados R2, que garantizan la correcta gestión de materiales al final del ciclo de vida de los equipos. Desde las piezas reutilizadas hasta las que deben reciclarse, todo se procesa con trazabilidad y responsabilidad ambiental comprobada.
Comprar reacondicionado no es solo ahorrar: es sumarse a una comunidad que cree que la tecnología puede tener más de una vida. Y cuando esa elección se multiplica por miles, el impacto deja de ser individual para volverse sistémico.
💬 Dato circular: Si cada persona en México optara por un dispositivo reacondicionado en lugar de uno nuevo en su ciclo de renovación, se podría generar un impacto ambiental masivo, evitando la emisión de millones de toneladas de CO2 en una década.
Considerando que un solo smartphone reacondicionado evita alrededor de 77.59 kg de CO2 a lo largo de dos años, según un estudio de 2022 de la Agencia Francesa del Medio Ambiente (ADEME) y tomando en cuenta la población mexicana que es de aproximadamente 132 millones de personas en 2025, así como la frecuencia de renovación promedio (cada 2 a 3 años), el ahorro de emisiones en una década podría superar los 10 millones de toneladas.
Fuente:
https://www.eib.org/en/stories/finland-refurbishing-smartphone-critical-raw-materials