Trade-in vs venta tradicional: ¿qué conviene más al planeta?

Trade-in vs venta tradicional: ¿qué conviene más al planeta?

El destino de un smartphone usado no es un detalle menor. Cada dispositivo contiene litio, cobre, aluminio y plástico que tardan décadas en degradarse y requieren enormes cantidades de agua y energía para producirse. Aquí es donde el trade-in cambia por completo el impacto ambiental.

1. Menor huella de carbono desde el inicio: Según datos de Apple sobre logística inversa, un dispositivo que entra a trade-in genera alrededor de 2.1 kg de CO2, mientras que un equipo vendido individualmente —con envíos, reenvíos, citas, devoluciones— puede duplicar esa cifra.

2. Reutilización real, no teórica: En ecosistemas formales de trade-in, más del 80% de los equipos recibe un segundo ciclo de vida. En ventas informales, muchos dispositivos terminan en desuso después del segundo o tercer dueño, sin reciclaje adecuado ni recuperación de materiales.

3. Impacto directo en la fabricación evitada: Cada equipo reacondicionado evita producir uno nuevo, lo que equivale a 70 kg de CO2  evitados, 15,000 litros de agua ahorrados, solo por evitar la fabricación completa del dispositivo.

4. Economía circular con trazabilidad: El trade-in asegura que cada pieza no reutilizable se gestione en sistemas de reciclaje certificados. En ventas casuales, ese control se pierde: baterías mal desechadas, pantallas abandonadas, residuos electrónicos en tiraderos informales.

5. Una cadena con responsabilidad comprobable: Los programas de trade-in generan trazabilidad: de dónde vino el equipo, qué piezas se cambiaron, a dónde terminaron las no reutilizables. Ese tipo de seguimiento simplemente no existe en las ventas de persona a persona.

La diferencia no está solo en cuánto gana el usuario, sino en lo que ocurre después de entregar el teléfono. El trade-in convierte cada dispositivo en un recurso recuperado; la venta tradicional deja el destino en manos de la casualidad.

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