Cuando un teléfono pasa por un proceso de reacondicionamiento profesional, lo que ocurre es más profundo que una simple “limpieza” o revisión rápida. Se trata de una restauración técnica guiada por protocolos, pruebas y reemplazos que buscan llevar al equipo a un estado funcional equivalente al de fábrica.
Todo inicia con un diagnóstico integral donde se evalúan más de 30 puntos (en el caso de Reducto, más de 50): batería, pantalla, micrófonos, parlantes, sensores de proximidad y luminosidad, antenas, puertos de carga, botones físicos, vibración y rendimiento del procesador. Si alguno no cumple los parámetros definidos, se reemplaza por piezas nuevas y certificadas.
Este proceso hace que el resultado final sea muy distinto a un equipo seminuevo, donde el funcionamiento puede depender del uso que tuvo el dueño anterior.
El empaque suele ser distinto, pues la tendencia es optar por cajas reciclables o minimalistas, sustituyendo la experiencia de “unboxing” por una más sustentable.
Lo que no cambia, y es lo más importante, es el desempeño del dispositivo. Antes de comprar un reacondicionado, conviene revisa los siguientes puntos clave:
1. Garantía real y comprobable
Un equipo reacondicionado debe incluir factura y una garantía clara. Si el vendedor evita hablar de ella, la reduce a pocos días o no la especifica, es una señal de alerta. En Reducto, la garantía es de 12 meses, porque el equipo pasa por procesos que permiten asegurar su funcionamiento.
2. Revisión visual y funcional rápida
Revisar puertos, botones, carga, vibración, respuesta táctil y estado de la pantalla ayuda a descartar fallas previas. Son segundos que evitan problemas posteriores.
Cuando el precio es sospechosamente bajo, no hay factura o no se especifica qué pruebas se hicieron, lo más probable es que sea un equipo del mercado gris o sin certificación. Ese tipo de dispositivos puede funcionar bien… o fallar en semanas. No hay forma de saberlo porque no existe trazabilidad.
En Reducto, la apuesta está en lo contrario: procesos claros, piezas certificadas, garantía real y calidad documentada. Así, el usuario sabe exactamente qué está comprando.